Significado
Dice que en ambos casos, y también en otros, es reprensible el acto de silbar. De ahí que una vez, como quiera que mientras daba su lección el futuro Luis XVII, rompiese a silbar, el preceptor le reprendió severamente. En ello estaba aún cuando apareció la reina, quien, sin titubear, unió sus reproches a los del profesor. Pero entonces explicó el príncipe: «Mamá, me silbaba a mí mismo, créeme, por lo mal que estaba dando mi lección.».
Términos
Literales: seso, canta, mesa, silba, lecho ().