Significado
Este popularísimo refrán, común a todas las lenguas cultas, mantiene intacta su expresividad y modernamente aparece citado a la par por Cela en El molino de viento y otras novelas cortas y por Delibes en Diario de un emigrante, siempre en advertencia de que nada beneficia tanto a un negocio como la vigilancia del dueño.
Términos
Literales: ojo, amo engorda, caballo ().