Significado
Era costumbre antigua atribuir al dinero olor bueno o malo. Ya Tito, el futuro emperador, cuando su padre impuso una tasa a los evacuatorios públicos, vino a calificarlo de maloliente. A lo que Vespasiano, después de llevarse un denario a la nariz, respondió cínicamente: «Y a mí que me huele bien.».
Términos
Literales: dinero bien huele, salga, saliere ().