Significado
Según el marqués de Santillana y Fernando de Rojas en la Celestina, el verdadero refrán es Dio Dios habas a quien no tiene quijadas. En ambos casos suele decirse cuando la fortuna, en lo que fuere, recae sobre la persona menos indicada para disfrutarla.
Términos
Literales: da dios almendras, no tiene muelas.