Significado
Advierte que todos anteponemos el egoísmo al sentido solidario, como ocurría antaño -y de ahí el origen del refrán- con las fogatas campesinas, a cuya llama todos los braceros asaban sus sardinas sin que ninguno de ellos se cuidase de avivar la hoguera.
Términos
Literales: cada uno arrima, ascua, sardina.