Terencio

Amor

Las riñas de los amantes son la renovación del amor.

Dar

Ningún hombre digno pedirá que se le agradezca aquello que nada le cuesta.

Deseo

Cuando no se puede lo que se quiere, hay que querer lo que se puede.

Duda

Mala cosa es tener un lobo cogido por las orejas, pues no sabes cómo soltarlo ni cómo continuar aguantándolo.

Egoísmo

De todos los míos, soy el único que soy mío.¡Lo mío, por mí y para mí!Yo soy mi prójimo.

Esperanza

Todas mis esperanzas están en mí.

Fuerza

Siempre la fortuna es propicia a los fuertes.

Gratitud

Ningún hombre digno pedirá que se le agradezca aquello que nada le cuesta.

Humanidad

Soy hombre: nada de lo que es humano me es indiferente.

Moderación

He aquí una de las normas que considero de mayor utilidad en la vida: nunca exceso en nada.

Poder

Se equivoca profundamente quien crea que establece mejor la más duradera autoridad por la fuerza que por un pacto amistoso.

Saber

La sabiduría consiste no sólo en ver lo que tienes ante ti, sino en prever lo que va a venir.

Salud

Cuando estamos sanos, todos tenemos buenos consejos para los enfermos.

Verdad

La condescendencia crea amigos, y la verdad, odios.

Vida

La vida del hombre es como un juego de dados: si no puedes hacerte con aquel que más te conviene, debes con astucia procurar sacar ventaja del que acaso te tocó.Una buena regla para la vida es no ser demasiado adicto a una sola ocupación.

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