Significado
Con esta expresión se invita a otra persona a olvidar los enfrentamientos o rencillas que pudieran haber surgido entre ella y quien lo pide y a reconciliarse.
Ejemplo
Mira, llevamos ya unos cuantos días sin hablarnos por una tontería. Vamos a olvidarlo todo y pelillos a la mar.
Origen
El origen de la locución tiene que ver con un episodio recogido en la Ilíada que cuenta cómo algunos griegos y troyanos, olvidándose de los problemas surgidos entre sus dos pueblos a raíz del secuestro de Helena por Paris, lo que dio origen a la guerra de Troya, celebraron una ceremonia de confraternización.
Cada una de las partes trajo unos corderos para ser ofrecidos conjuntamente en sacrificio a los dioses. Antes de matar a los animales, les cortaron unos mechones de lana, que se repartieron y, como señal de paz y de olvido de las rencillas, arrojaron al mar.