Significado
Es posible que esta expresión, popularizada por una marca de colchones, y que sugiere desdén o desinterés de alguien hacia algo, sea una deformación de ¡A mí, Prim!, aunque esta última expresión significaba precisamente lo contrario: interés hacia alguien.
Origen
Circulan diversas interpretaciones sobre su origen, pero todas coinciden en señalar a diversas mujeres como inventoras del dicho y en señalar al general Antonio Prim (1814-1870), paradigma de apostura en su tiempo, como destinatario de lo que en sus orígenes fue un piropo.