Significado
Usamos esta locución para dar a entender que alguien al hablar se pierde en divagaciones innecesarias, se sale del argumento que estaba tratando, cambia de tema de conversación sin motivo o responde a lo que se le pregunta con algo que nada tiene que ver con la cuestión.
Ejemplo
Le pregunté que qué le había parecido la película y se fue por los cerros de Úbeda. Me empezó a hablar del precio del cine, de la gente que come palomitas, de lo incómodas que eran las butacas…
Origen
El dicho tiene su origen en la reconquista a los moros de la ciudad jiennense de Úbeda, acontecida en 1234. Parece ser que uno de los más importantes capitanes del rey Fernando III el Santo, desapareció instantes antes de entrar en combate y se presentó en la ciudad una vez que esta había sido reconquistada.
Al preguntarle el rey dónde había estado, el otro, ni corto ni perezoso, contestó que se había perdido por los cerros de Úbeda.
La frase fue tomada irónicamente por los cortesanos y los soldados y se perpetuó como signo de cobardía.