Significado
Se le aplica al hombre al que le gustan todas las mujeres, sean guapas o feas.
Origen
El dicho podría tener un origen ciertamente antiguo, pues ya aparece, con algunas variantes, en el noveno auto de La Celestina, cuando Elicia, despechada porque Sempronio ha hablado de la belleza de Melibea, dice: «(…) si algo tiene de hermosura es por los buenos atavíos que trae. Ponedlos a un palo, también diréis que es gentil».