Significado
A veces es mejor facilitar la escapada del enemigo vencido, construirle un puente –de plata si es preciso– para que pueda vadear el río, que no perseguirlo para darle alcance y luchar contra él. Actualmente la frase se usa para expresar la satisfacción por perder de vista a alguien desagradable o antipático.
Ejemplo
La verdad es que no aguanto a Maruja. Menos mal que dice que se va a vivir a Madrid… A enemigo que huye, puente de plata.
Origen
La frase es una de las muchas máximas militares atribuidas a Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán (1453-1515), jefe de los ejércitos de los Reyes Católicos.