Significado
Cuando ya no hay nada más que decir o que hacer, o cuando algo ya está terminado, empleamos esta expresión, que es la versión reducida del dicho apaga y vámonos, que ya está la misa dicha.
Origen
Procede el dicho de un cuento andaluz.
Dos sacerdotes apostaron para ver quién decía la misa en menos tiempo.
Comenzó el primero y directamente dijo Ite, misa est (marchad, la misa está terminada), a lo que el segundo respondió diciendo al monaguillo apaga las velas y vámonos.