Significado
Reprende el autoritarismo de los poderosos. Se acuñó este refrán en el siglo XII, cuando Alfonso VI, arbitrariamente, hizo prevalecer el código del rito romano sobre el mozárabe, pese a resultar este último indemne en la prueba de fuego a la que el monarca lo había sometido.
Términos
Literales: allá van leyes do quieren reyes.