Significado
Este refrán corre en todas las lenguas, sin duda porque dondequiera es imprudente decir en alta voz aquello que pu diera comprometer. Bien lo sabía la intrigante Catalina de Médicis, quien, movida por la desconfianza, hizo instalar ocultamente una vasta red de conductos acústicos en las paredes de su palacio.
Términos
Literales: pared oye, ve ().