Significado
Lo mismo que la gorda, la de San Quintín, o la de Dios.
Origen
Dicen los libros que allá por el año 1579 se abrió en Madrid una causa contra el tabernero Alonso de Zayas y contra su mujer, María Morena, por un delito tan flagrante como «tener en su casa cueros de vino y no quererlos vender».
Según parece, el pleito originó un escándalo de considerables proporciones, promovido por la tal María Morena, Marimorena para el pueblo.
Así nació el dicho.