Significado
Hace alusión a las obligaciones y penalidades inherentes a la vida matrimonial, que doblegan incluso al más fuerte y enérgico. Su origen parece hallarse en un pasaje del Libro de buen amor, donde se relata cómo un joven, antes vigoroso, después de casarse trata en vano de parar las aspas del molino, y se lamenta así: «¡Ay molino recio, aún te vea casado!».
Términos
Literales: molinillo, casado te veas, así rabeas.