Significado
Refrán propio de los labradores, dice que ni ese día ha de respetarse ante el peligro de que, por descuido en alzar las eras, la lluvia repentina venga a malograr la cosecha. En general, expresa que no hay que desatender ni un momento nuestras tareas, so pena de que se malogren.
Términos
Literales: cebada, trigo no hay domingo.