Significado
En sentido cabal, este viejo refrán tan traído y llevado indica que el buen éxito en los estudios sólo es fruto del esfuerzo tenaz y «sangrante» del que se aplica, no resultado de los cruentos azotes que en el pasado propinaban a sus alumnos los malos preceptores.
Términos
Literales: letra, sangre entra ().