Significado
Aparece este refrán en dos de las más importantes obras de la literatura española, El criticón y la Celestina, y da a entender que en asuntos de palacio o de grandes negocios es necesario el mayor desenfado en el trato. A veces también se usa para resaltar que, por falta de energía o decisión, se ha echado a perder una buena ocasión.
Términos
Literales: hombre vergonzoso, diablo, llevó, palacio.