Comunicación
Las mentes que controlan la televisión son tan pequeñas que cabrían en el ombligo de una mosca, y aún quedaría espacio para el corazón de un director de cadena.
Las mentes que controlan la televisión son tan pequeñas que cabrían en el ombligo de una mosca, y aún quedaría espacio para el corazón de un director de cadena.